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- Código del diagnóstico: 00490
- Dominio del diagnóstico: Dominio 11 – Seguridad/protección
- Clase del diagnóstico: Clase 6 – Termorregulación
- Estado del diagnóstico: Diagnósticos actuales
El diagnóstico NANDA-I ‘Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria’ se convierte en un elemento esencial en la práctica de enfermería, dado su impacto directo en la seguridad y el bienestar del paciente durante procesos quirúrgicos. La normotermia es crucial para prevenir complicaciones, y este diagnóstico subraya la importancia de una vigilancia constante y la implementación de estrategias adecuadas para mantener la temperatura corporal dentro de límites óptimos, evidenciando así la relevancia del rol del personal de enfermería en el cuidado perioperatorio.
Este artículo se centrará en la exploración detallada del diagnóstico NANDA-I ‘Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria’, comenzando con su definición y estableciendo así un fundamento sólido para comprender su implicancia clínica. Además, se abordarán de manera integral los factores de riesgo asociados, las poblaciones vulnerables y las condiciones que pueden influir en este riesgo, ofreciendo a los profesionales de la salud herramientas valiosas para potenciar la calidad del cuidado en el contexto quirúrgico.
Definición del Diagnóstico NANDA-I
El diagnóstico de ‘Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria’ se refiere a la elevada posibilidad que tienen ciertos pacientes de experimentar una caída no deseada en su temperatura central por debajo de los 35.4°C (96.8°F), un fenómeno que puede ocurrir desde una hora antes de la intervención quirúrgica hasta 24 horas después de haberla realizado. Esta disminución de la temperatura puede resultar de múltiples factores intrínsecos y extrínsecos, como la exposición al frío ambiental en quirófano, la anestesia prolongada, la ansiedad del paciente, o condiciones médicas preexistentes que afectan la termorregulación. Mantener una temperatura corporal adecuada durante el perioperatorio es fundamental para minimizar complicaciones, cerrajeras, infecciones y asegurar una recuperación más eficiente, lo que hace crucial la evaluación y la identificación de aquellos pacientes en riesgo, así como la implementación de estrategias preventivas y de intervención por parte del personal de enfermería, con el objetivo de estabilizar la temperatura y evitar efectos adversos que comprometan el bienestar del paciente durante y después del procedimiento quirúrgico.
Factores de Riesgo del Diagnóstico NANDA-I
Identificar los factores de riesgo para «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» es clave para la prevención. A continuación, se explican:
- Factores Emocionales: Ansiedad La ansiedad puede resultar en una respuesta fisiológica que altere el metabolismo del paciente y, por ende, influya en su capacidad para regular la temperatura corporal. Durante situaciones quirúrgicas, esta ansiedad puede llevar a un aumento en el consumo de oxígeno y una disminución en la perfusión sanguínea, lo que interfiere con la termorregulación. Los individuos que experimentan altos niveles de ansiedad son más propensos a la hipothermia, lo que hace relevante la atención a su estado emocional preoperatorio y la implementación de estrategias de reducción del estrés.
- Condiciones Ambientales: Temperatura ambiental de 21°C (69°F) El ambiente quirúrgico se mantiene generalmente a temperaturas más bajas para garantizar la seguridad del equipo y del personal. Sin embargo, estas temperaturas pueden ser perjudiciales para los pacientes, ya que facilitan la pérdida de calor corporal. En quirófanos fríos, la falta de una adecuada regulación térmica puede conducir a una rápida disminución de la temperatura del paciente, especialmente si no se utilizan técnicas como calentadores de aire o mantas térmicas. La vigilancia cuidadosa de la temperatura ambiental y su ajuste adecuado son esenciales para la prevención de la hipotermia perioperatoria.
- Equipos Inadecuados: Disponibilidad de equipo de calentamiento apropiado La falta de acceso a dispositivos de calentamiento efectivos es un riesgo crítico en el contexto perioperatorio. Sin equipos de calentamiento adecuados, como mantas térmicas y líquidos IV precalentados, la capacidad para contrarrestar la pérdida de calor corporal se ve comprometida. Esto es especialmente relevante en poblaciones vulnerables, incluidos ancianos y pacientes con enfermedades metabólicas. Mantener una logística adecuada de estos dispositivos es fundamental para un manejo eficaz de la temperatura corporal.
- Factores Físicos: Bajo peso para la edad y género Los pacientes que presentan un bajo peso relativo tienen menos tejido adiposo, esencial para la conservación del calor. Esto los hace significativamente más susceptibles a caídas en la temperatura corporal, especialmente durante el ciclo perioperatorio, donde la pérdida de temperatura es común. Esta vulnerabilidad también se observa en poblaciones pediátricas y geriátricas, donde el manejo nutricional preoperatorio debe ser prioritario para optimizar la reserva de grasa y mejorar la capacidad de termorregulación.
- Exposición Quirúrgica: Área de la herida descubierta La exposición de áreas quirúrgicas contribuye a la pérdida térmica a través de mecanismos de convección y radiación. Durante las intervenciones, las heridas abiertas son particularmente susceptibles, ya que el tejido expuesto pierde calor más rápidamente. Esto es una preocupación especialmente notable en procedimientos prolongados o aquellos donde se requiere un campo quirúrgico amplio. Implementar estrategias para cubrir y calentar las áreas expuestas durante la cirugía es vital para limitar la pérdida de calor y mejorar los resultados postoperatorios.
Población de Riesgo para el Diagnóstico NANDA-I
Ciertos grupos son más susceptibles a «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria«. A continuación, se explican:
- Mujeres cisgénero La vulnerabilidad de las mujeres cisgénero durante el perioperatorio se relaciona con factores hormonales y metabólicos que pueden afectar la regulación térmica. Durante el ciclo menstrual, por ejemplo, las fluctuaciones hormonales pueden impactar el metabolismo basal y la capacidad del cuerpo para generar calor. Además, el tejido adiposo de las mujeres tiende a tener una distribución y proporción diferentes que pueden influir en la termorregulación, haciéndolas más susceptibles a la hipotermia en un entorno quirúrgico.
- Individuos en un entorno con flujo de aire laminar Este tipo de ventilación está diseñado para minimizar el riesgo de infecciones al mantener un flujo constante de aire filtrado; sin embargo, también puede eliminar el calor de la superficie corporal más rápidamente. El aire frío en el ambiente quirúrgico puede provocar una rápida disipación del calor corporal, especialmente en pacientes que están bajo anestesia general, que ya tienen un control alterado de su temperatura. Esta combinación de factores puede llevar a un riesgo significativo de hipotermia.
- Individuos con baja superficie corporal La relación entre superficie corporal y pérdida de calor es crítica en la fisiología humana. Aquellos con baja superficie corporal, como algunos adultos mayores o personas de baja estatura, tienen un mayor riesgo de perder calor rápidamente. En el contexto perioperatorio, la exposición a ambientes fríos y la inmovilización en la mesa quirúrgica pueden exacerbar esta condición, causando una disminución de la temperatura que podría comprometer tanto su recuperación como su bienestar general.
- Individuos de 60 años o más La edad avanzada se asocia con varios cambios fisiológicos, incluyendo un deterioro de la función de termorregulación. A medida que las personas envejecen, experimentan una disminución en la capacidad metabólica y una menor cantidad de tejido adiposo, que actúa como aislante. Estos individuos también pueden tener comorbilidades que afectan su respuesta al frío, como enfermedades cardiovasculares o diabetes, lo cual aumenta aún más el riesgo de hipotermia durante el perioperatorio.
- Neonatos < 37 semanas de edad gestacional Los neonatos prematuros son particularmente vulnerables a la hipotermia debido a su bajo peso y superficie corporal alta en comparación con su masa corporal. Además, estos bebés presentan un sistema inmaduro de termorregulación, que incluye la incapacidad para generar suficiente calor a través de la termogénesis. En el entorno quirúrgico, la exposición a temperaturas frías y la falta de reservas de grasa para el aislamiento pueden perseguir un riesgo crítico de hipotermia, destacando la necesidad de medidas especiales de calentamiento en esta población.
Condiciones Asociadas al Diagnóstico NANDA-I
El diagnóstico «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» puede coexistir con otras condiciones. A continuación, se explican:
- Insuficiencia hepática aguda: La insuficiencia hepática puede interferir con el metabolismo, alterando la capacidad del cuerpo para generar calor. El hígado juega un papel crucial en la termorregulación, y su incapacidad para funcionar adecuadamente puede resultar en una disminución del calor corporal, lo que eleva el riesgo de hipotermia en el entorno perioperatorio.
- Anemia: La reducción en la cantidad de glóbulos rojos afecta la capacidad de transporte del oxígeno a los tejidos, perjudicando la producción de calor metabólico. Una menor oxigenación puede llevar a una disminución de la actividad celular y, por ende, a un mayor riesgo de caída de la temperatura durante procedimientos prolongados.
- Anestesia por un período > 2 horas: Las anestesias prolongadas interfieren con los mecanismos de regulación térmica, ya que los anestésicos pueden suprimir la respuesta del cuerpo a cambios en la temperatura ambiente. Esto es particularmente importante durante la cirugía, donde la monitorización y la intervención temprana en la temperatura del paciente son críticas.
- Insuficiencia renal crónica: Esta condición puede afectar la homeostasis del cuerpo y su capacidad para regular la temperatura. La reducción en la función renal compromete la producción de calor y, al mismo tiempo, puede dificultar la eliminación de productos de desecho, exacerbando el riesgo de hipotermia.
- Anestesia regional combinada con general: Esta combinación puede desregular la respuesta térmica del cuerpo, así como afectar la percepción del dolor y la respuesta a cambios en la temperatura. Los pacientes pueden no ser capaces de reconocer que su temperatura está cayendo, lo que aumenta la necesidad de una monitorización cuidadosa.
- Puntuación alta en el modelo de enfermedad hepática terminal (MELD): Una puntuación elevada indica un mayor riesgo de complicaciones perioperatorias, incluida la disminución de la temperatura corporal. Los pacientes con enfermedades hepáticas avanzadas tienen una respuesta comprometedora a los cambios ambientales, lo que aumenta la vulnerabilidad a la hipotermia en el contexto quirúrgico.
- Pérdida sanguínea intraoperatoria aumentada: La hemorragia significativa puede precipitar una caída en la presión arterial, disminuyendo el flujo sanguíneo a la piel y comprometiendo la capacidad del cuerpo de conservar y generar calor. La pérdida excesiva de sangre nuevamente afecta el metabolismo, aumentando el riesgo de hipotermia.
- Individuos con puntaje en la clasificación de estado físico de la Asociación Americana de Anestesiólogos (ASA) > 1: Un estado físico inferior indica un mayor riesgo de complicaciones durante la cirugía, incluida la hipotermia. Estos pacientes pueden tener reservas fisiológicas comprometidas, lo que afecta su respuesta a los cambios térmicos.
- Presión arterial diastólica intraoperatoria < 60 mmHg: La hipotensión compromete el flujo sanguíneo crucial para la termorregulación. Un descenso en la presión arterial puede llevar a una reducción del flujo sanguíneo a los músculos y a la piel, simbolizando un riesgo significativo de enfriamiento.
- Presión arterial sistólica intraoperatoria > 140 mmHg: La hipertensión puede influir en los mecanismos de regulación térmica al generar cambios hemodinámicos que alteran la respuesta del cuerpo a la temperatura. El aumento en la presión arterial puede causar disfunciones que llevan al desbalance térmico durante la cirugía.
- Tiempo de inducción prolongado: Procesos prolongados durante la inducción anestésica pueden dar lugar a alteraciones térmicas indeseadas, ya que la exposición a un ambiente frío sin medidas adecuadas puede culminar en una caída de la temperatura corporal.
- Trastorno neurológico: Enfermedades que afectan el sistema nervioso pueden alterar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura. Dado que el sistema nervioso central es responsable de la termorregulación, cualquier disfunción puede resultar en un manejo ineficiente de la temperatura corporal.
- Cirugía abierta: Este tipo de procedimientos suelen estar asociados con mayor exposición ambiental, lo que puede llevar a una mayor pérdida de calor corporal. La invasividad y la duración de la cirugía abierta son factores que contribuyen a la disminución de la temperatura.
- Preparaciones farmacéuticas: Algunos medicamentos pueden tener efectos sobre la termorregulación, interfiriendo con la capacidad del cuerpo para mantener su temperatura. La administración de ciertos fármacos puede desencadenar fenómenos de vasodilatación o deprofundizar la sedación, contribuyendo a la hipotermia.
- Procedimiento quirúrgico > 2 horas: Los procedimientos quirúrgicos de larga duración tienen inherentemente un riesgo elevado de inducción de hipotermia, debido a la duración de la exposición y a cualquier intervención que comprometa la capacidad del cuerpo para generar calor.
- Heridas y lesiones: Las alteraciones en la integridad de la piel pueden facilitar la pérdida de calor, ya que la piel actúa como un aislante natural y su compromiso puede ser un factor contribuyente importante a la disminución de la temperatura corporal perioperatoria.
Objetivos NOC / Resultados Esperados
Para el diagnóstico NANDA-I «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria«, se plantean los siguientes resultados esperados (NOC) que guiarán la evaluación de la efectividad de las intervenciones de enfermería. Estos objetivos se centran en la mejora del estado del paciente en relación con las manifestaciones y factores etiológicos del diagnóstico:
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Temperatura corporal
Este resultado NOC es fundamental, ya que permite evaluar directamente la temperatura corporal del paciente perioperatorio. Mantener una temperatura adecuada es crucial para prevenir complicaciones como la hipotermia, que puede aumentar el riesgo de infecciones, prolongar la recuperación y afectar la cicatrización. Se espera lograr una temperatura corporal que se mantenga dentro de un rango óptimo. -
Percepción del confort térmico
Este resultado permite medir cómo percibe el paciente su comodidad térmica tras las intervenciones perioperatorias. Una percepción positiva indicaría que se están implementando medidas adecuadas para mantener la temperatura corporal, lo que es importante para disminuir la ansiedad del paciente y mejorar su experiencia del cuidado en el entorno quirúrgico. -
Estado hemodinámico
La monitorización del estado hemodinámico es relevante para asegurar que el mantenimiento de la temperatura no esté comprometiendo otros aspectos de la estabilidad del paciente. Un estado hemodinámico adecuado indica que todas las variables vitales, incluido el flujo sanguíneo, se están manejando correctamente, lo que es esencial durante el período perioperatorio. -
Evacuación de calor
Este resultado se enfoca en la capacidad del cuerpo para regular y mantener su temperatura al evitar la pérdida excesiva de calor. Las intervenciones para controlar la evacuación de calor son importantes en el entorno quirúrgico, donde la temperatura del quirófano puede afectar negativamente al paciente. Se espera que el paciente mantenga una regulación eficiente de la temperatura.
Intervenciones NIC / Plan de Cuidados de Enfermería
Para abordar el diagnóstico NANDA-I «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» y alcanzar los objetivos NOC propuestos, se sugieren las siguientes intervenciones de enfermería (NIC). Estas intervenciones están diseñadas para tratar los factores etiológicos y las manifestaciones del diagnóstico:
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Calefacción activa
La calefacción activa implica el uso de dispositivos, como mantas térmicas o calientacamas, para aumentar la temperatura corporal del paciente. Esta intervención es fundamental para prevenir la hipotermia durante el proceso quirúrgico y mantener la temperatura en un rango seguro, fortaleciendo así la homeostasis térmica del paciente. -
Control de temperatura
Esta intervención consiste en la monitorización continua de la temperatura corporal del paciente antes, durante y después de la cirugía. Al registrar la temperatura de manera sistemática, se permite detectar cualquier caída en la temperatura de manera oportuna y aplicar las medidas correctivas necesarias para prevenir la hipotermia. -
Educación del paciente y la familia
Brindar información sobre la importancia de mantener la temperatura corporal adecuada y las medidas que se tomarán para prevenir la hipotermia perioperatoria. La educación ayuda a reducir la ansiedad del paciente y su familia, asegurando que están involucrados en el proceso y comprendan las intervenciones que se llevarán a cabo. -
Aplicación de calor por contacto
Esta intervención implica el uso de compresas tibias o bolsas de agua caliente en áreas específicas del cuerpo del paciente, como el abdomen o las extremidades, para facilitar el aumento de la temperatura corporal. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea y previene la pérdida de calor, contribuyendo a la estabilidad térmica del paciente. -
Uso de Suplementos Térmicos
Involucra la colocación de capas adicionales de mantas o el uso de ropa térmica antes y después de la cirugía. Este enfoque reduce la pérdida de calor por convección y radiación, manteniendo así la temperatura corporal en niveles óptimos y previniendo intervenciones más invasivas para la regulación térmica.
Actividades de Enfermería Detalladas
Las intervenciones NIC para el diagnóstico NANDA-I «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» se componen de actividades específicas que el personal de enfermería lleva a cabo para proporcionar cuidados efectivos. A continuación, se detallan ejemplos de actividades para las intervenciones clave identificadas:
Para la Intervención NIC: Calefacción activa
- Colocar manta térmica sobre el paciente a una temperatura adecuada antes del inicio de la cirugía, para elevar de manera gradual la temperatura corporal y prevenir hipotermia.
- Evaluar y ajustar la temperatura de la manta térmica cada 15 minutos durante la cirugía, asegurándose de que el paciente esté cómodo y no presente quemaduras.
- Retirar la manta térmica de forma controlada al final del procedimiento, permitiendo que la temperatura corporal se estabilice sin un cambio brusco.
Para la Intervención NIC: Control de temperatura
- Monitorizar la temperatura corporal del paciente cada 30 minutos antes de la cirugía, registrando los valores en la historia clínica para evaluar tendencias.
- Utilizar un termómetro digital para medir la temperatura de manera precisa en varias áreas (axila, rectal, bucal) según el protocolo del centro quirúrgico.
- Informar al equipo quirúrgico sobre cualquier caída significativa en la temperatura para que se puedan tomar medidas correctivas de manera inmediata.
Para la Intervención NIC: Aplicación de calor por contacto
- Colocar compresas tibias o bolsas de agua caliente en áreas críticas del cuerpo, como el abdomen y las extremidades, para favorecer un aumento de la temperatura y el confort del paciente.
- Revisar periódicamente la temperatura de las compresas cada 20 minutos y reemplazarlas si es necesario para mantener un calor efectivo sin causar incomodidad.
- Educar al paciente sobre la función de las compresas térmicas y su importancia en el control de la temperatura antes de la cirugía, promoviendo su comodidad y colaboración.
Sugerencias y Consejos Prácticos
Para manejar de manera más efectiva el diagnóstico NANDA-I «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» y mejorar el bienestar, se ofrecen las siguientes sugerencias y consejos para pacientes y sus familias:
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Mantener la calidez en el área de recuperación
Asegúrese de que la habitación donde se recupere esté a una temperatura adecuada. Utilizar mantas adicionales o sacos térmicos puede ayudar a mantener la temperatura corporal mientras se recupera del procedimiento.
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Usar ropa adecuada
Vístase con ropa ligera pero cálida, como pijamas o chaquetas de lana. Esto ayuda a prevenir la pérdida de calor durante el periodo perioperatorio, especialmente en instalaciones con aire acondicionado.
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Hidratación adecuada
Beber líquidos antes y después de la cirugía, si se permite, favorece la circulación y puede ayudar a regular la temperatura corporal. Consulte con el equipo médico sobre cuándo y cómo rehidratarse.
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Informar al equipo médico sobre cambios de temperatura
Comuníquese con enfermeras y médicos si nota que se siente frío o presenta escalofríos. Ellos pueden proporcionarle atención adicional, como mantas calefaccionadas o ajustar la temperatura de la habitación.
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Realizar ejercicios de respiración
Practicar respiraciones profundas y lentas puede mejorar la circulación. Esto es crucial después de la cirugía ya que ayuda a regular la temperatura y evita complicaciones respiratorias.
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Planificar la asistencia postoperatoria
Asegúrese de tener una persona que lo acompañe y lo ayude después de la cirugía. Tener apoyo puede ser esencial para mantener un ambiente cálido y cómodo mientras se recupera.
Ejemplo Práctico / Caso Clínico Ilustrativo
Para ilustrar cómo el diagnóstico NANDA-I «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» se aplica en la práctica clínica y cómo se aborda, consideremos el siguiente caso:
Presentación del Paciente y Contexto Clínico
Paciente masculino de 65 años, con antecedentes de hipertensión y diabetes tipo 2, que ingresa aquirúrgica programada por colecistectomía laparoscópica debido a litiasis vesicular. La valoración inicial se realiza en el preoperatorio, donde se identifica la necesidad de intervención enfermera por el riesgo de hipotermia durante el procedimiento.
Valoración de Enfermería
Durante la valoración, se recopilaron los siguientes datos significativos:
- Dato Subjetivo: El paciente reporta sensaciones de frío y desconfianza por la intervención, expresando preocupación por el manejo de la temperatura durante la cirugía.
- Dato Objetivo: Temperatura corporal al ingreso de 36.5 °C, que se encuentra en el límite inferior de la normalidad.
- Dato Objetivo: Exposición a temperatura ambiente fría en la sala de preoperatorio.
- Dato Objetivo: Se evidencian riesgos: la cirugía laparoscópica, el uso de anestesia general y la duración estimada del procedimiento son factores que contribuyen al posible descenso de la temperatura corporal.
Análisis y Formulación del Diagnóstico de Enfermería NANDA-I
El análisis de los datos de valoración conduce a la identificación del siguiente diagnóstico de enfermería: Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria. Esta conclusión se basa en el dato del paciente que reporta sentirse frío, la temperatura corporal inicial baja y los factores de riesgo asociados a la cirugía y anestesia que podrían incrementar la probabilidad de hipotermia durante el procedimiento.
Plan de Cuidados Propuesto (Objetivos e Intervenciones Clave)
El plan de cuidados se centrará en abordar el diagnóstico «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria» con los siguientes elementos prioritarios:
Objetivos (NOC Sugeridos)
- Temperatura corporal dentro de los rangos normales (36.5 °C – 37.5 °C) durante el perioperatorio.
- El paciente manifiesta sensación de confort térmico durante el preoperatorio y postoperatorio inmediato.
Intervenciones (NIC Sugeridas)
- Mantenimiento de la temperatura corporal:
- Colocar al paciente en una sala preoperatoria cálida, utilizando mantas térmicas cuando sea necesario.
- Asegurar que el paciente esté cubierto con mantas durante el traslado al quirófano.
- Seguimiento de la temperatura:
- Monitorizar la temperatura corporal cada 30 minutos hasta el inicio de la cirugía.
Evolución y Resultados Esperados
Con la implementación de las intervenciones propuestas, se espera que el paciente mantenga una temperatura corporal normal durante el procedimiento quirúrgico, experimentando una reducción en las sensaciones de frío y aumentando su nivel de confort. El seguimiento continuo permitirá evaluar la efectividad del plan y ajustar las intervenciones según sea necesario.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
A continuación, se responden algunas preguntas frecuentes sobre el diagnóstico NANDA-I «Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria«:
¿Qué significa ‘Riesgo de disminución de la temperatura corporal perioperatoria’?
Este diagnóstico indica que un paciente tiene una alta probabilidad de experimentar una caída en la temperatura del cuerpo durante el periodo quirúrgico, lo cual puede afectar su recuperación.
¿Cuáles son las causas de la disminución de la temperatura corporal en el quirófano?
Las causas pueden incluir la exposición al frío ambiental, la anestesia general, la pérdida de calor por la piel y la dilatación de los vasos sanguíneos.
¿Qué efectos tiene una baja temperatura corporal en los pacientes?
Una baja temperatura puede aumentar el riesgo de complicaciones, como infecciones, problemas en la coagulación y prolongación del tiempo de recuperación.
¿Cómo se previene la disminución de la temperatura corporal durante la cirugía?
Se pueden utilizar mantas térmicas, calentadores de aire, líquidos intravenosos tibios y realizar una vigilancia continua de la temperatura del paciente.
¿Quiénes son responsables de monitorear la temperatura durante el procedimiento quirúrgico?
El equipo de enfermería y el anestesiólogo son responsables de monitorear continuamente la temperatura del paciente y tomar medidas para prevenir su descenso.