Movilidad en silla de ruedas impaired

Diagnóstico NANDA 00089 -

    • Código del diagnóstico: 00089
    • Dominio del diagnóstico: Dominio 4 – Actividad – reposo
    • Clase del diagnóstico: Clase 2 – Actividad – ejercicio
    • Estado del diagnóstico: Diagnósticos Actuales

El diagnóstico NANDA-I ‘Movilidad en silla de ruedas impaired’ desempeña un papel crucial en el cuidado del paciente, pues aborda las limitaciones que enfrentan muchos individuos al utilizar una silla de ruedas. Reconocer y clasificar este diagnóstico no solo mejora la práctica de enfermería, sino que también impacta directamente en la calidad de vida de los pacientes al fomentar la seguridad, la independencia y la movilidad efectiva, elementos fundamentales para su bienestar general.

Este artículo se dedica a explorar en profundidad el diagnóstico NANDA-I ‘Movilidad en silla de ruedas impaired’, comenzando por una clara definición que establezca su relevancia en la atención sanitaria. Además, se profundizará en aspectos relevantes que abarcan desde las características definitorias hasta los factores relacionados, proporcionando una visión exhaustiva que permitirá a los profesionales de enfermería y estudiantes comprender mejor los retos y soluciones asociados a este diagnóstico, facilitando así una intervención efectiva en la práctica clínica.

Definición del Diagnóstico NANDA-I

El diagnóstico de movilidad en silla de ruedas deteriorada se refiere a la incapacidad o limitaciones que experimenta una persona para operar de forma autónoma y efectiva una silla de ruedas, lo que repercute en su independencia y en la realización de actividades cotidianas. Esta condición puede manifestarse a través de dificultades en diversos aspectos del manejo de la silla, como la capacidad para moverse en diferentes superficies, realizar giros, detenerse adecuadamente o navegar por espacios reducidos, lo que se traduce en un impacto significativo en la calidad de vida del usuario. Las limitaciones pueden ser resultado de factores físicos, como debilidad muscular o dolor, así como de aspectos psicosociales que afectan la motivación, la confianza y la educación sobre el uso adecuado del dispositivo. En consecuencia, identificar este diagnóstico es crucial para establecer un plan de cuidado que aborde las necesidades específicas del individuo, facilitando su acceso y movilidad en diversos entornos y promoviendo su autonomía y bienestar general.

Características Definitorias del Diagnóstico NANDA-I

El diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired» se identifica por características definitorias. A continuación, se explican:

  • Dificultad para inclinarse hacia adelante para recoger un objeto del suelo: Esta característica evidenciada por la incapacidad del usuario para inclinarse hacia adelante puede reflejar debilidad en la parte superior del cuerpo o problemas de equilibrio. Esto no solo limita la independencia para recoger objetos personales, sino que también puede llevar a situaciones de riesgo, como caídas. La observación de esta dificultad es crucial para ajustar el entorno del usuario para evitar accidentes.
  • Dificultad para plegar o desplegar la silla de ruedas: Este reto puede originarse de la falta de fuerza física o problemas en la motricidad fina, factores que complican el transporte de la silla. Al no poder realizar esta acción de manera eficiente, el usuario puede sentirse restringido en su movilidad, lo que afecta su autonomía y calidad de vida. La observación de esta dificultad puede señalar la necesidad de una evaluación más profunda del entorno y de la silla utilizada.
  • Dificultad para maniobrar la silla de ruedas de lado: La incapacidad para maniobrar lateralmente puede limitar seriamente la capacidad de moverse en espacios estrechos, como pasillos o puertas. Este signo puede implicar una debilidad en los músculos del tronco o falta de coordinación. Observar esta característica permite ajustar el entrenamiento de movilidad y la ergonomía del entorno del usuario.
  • Dificultad para bloquear los frenos de la silla de ruedas manual: Esta dificultad es crítica, ya que compromete la seguridad del usuario, exponiéndolo a caídas o accidentes. Si el usuario no puede frenar de manera efectiva, es crucial implementar prácticas de seguridad y extender las evaluaciones sobre el uso de la silla, así como considerar alternativas de sillas de ruedas más seguras o con frenos automáticos.
  • Dificultad para operar la silla de ruedas eléctrica en pendientes: Las pendientes pueden complicar gravemente la experiencia de movilidad. La falta de habilidad para manejar la silla en este tipo de terreno puede derivar en situaciones peligrosas, como caídas. Es fundamental evaluar la capacidad del usuario en situación reales y considerar entrenamientos especializados para mejorar sus habilidades de manejo.
  • Dificultad para operar la silla de ruedas hacia atrás: En muchas situaciones, el usuario puede necesitar retroceder con rapidez, y no poder hacerlo coloca al usuario en riesgo de colisiones. Esta limitación puede ser indicativa de problemas con la conciencia espacial y debe ser evaluada para ampliar las prácticas de movilidad y fortaleza mental del usuario.
  • Dificultad para transferirse desde la silla de ruedas: La incapacidad para realizar transferencias puede ser un indicador de debilidad o dolor físico, comprometiendo la movilidad global y la independencia del usuario. Esta dificultad requiere atención inmediata, ya que puede llevar a complicaciones adicionales, y es esencial trabajar en alternativas de transferencia más fáciles y seguras para el usuario.
  • Dificultad para girar en el lugar mientras está en posición de rueda: Esta característica limita la capacidad de girar o cambiar de dirección, lo que es esencial para el desplazamiento en espacios reducidos. Puede significar una limitación en la fuerza de la parte superior del cuerpo o falta de práctica. Al abordar esta dificultad, se pueden implementar programas de fortalecimiento y técnicas de movilidad que mejoren la capacidad del usuario.
  • Dificultad para operar la silla de ruedas eléctrica en bordillos: La incapacidad para manejar bordillos puede causar caídas y lesiones. Esta observación es crucial ya que indica la necesidad de entrenar habilidades de movilidad y el uso seguro de objetos en el entorno urbano, para garantizar una experiencia de movilidad más fluida y segura.
  • Dificultad para realizar alivio de presión: La imposibilidad para aliviar la presión en diferentes zonas del cuerpo puede llevar al desarrollo de úlceras por presión, un serio problema dermatológico. Esta dificultad debe ser monitoreada constantemente y es un indicador crítico para el diseño de un plan de cuidados en el que se fomenten técnicas para el cambio de posición.

Factores Relacionados (Etiología) del Diagnóstico NANDA-I

La etiología de «Movilidad en silla de ruedas impaired» se explora con sus factores relacionados. A continuación, se explican:

  • Estado de ánimo alterado La depresión y la ansiedad pueden llevar a una disminución en la motivación y en la disposición de los pacientes para utilizar la silla de ruedas de manera efectiva. Estos trastornos pueden crear un ciclo negativo donde la falta de uso adecuado de la silla agrava la sensación de impotencia y disminuye la confianza del paciente en su capacidad para moverse. Es importante interrumpir este ciclo mediante intervenciones que mejoren el bienestar emocional y fomenten la autoeficacia, posiblemente a través de apoyo psicológico y técnicas de terapia cognitiva.
  • Ajuste inadecuado al tamaño de la silla de ruedas Un mal ajuste puede resultar en incomodidad y restricciones en el movimiento, lo que afecta directamente la capacidad del usuario para maniobrar. Por ejemplo, una silla demasiado grande puede dificultar el control, mientras que una silla demasiado pequeña puede causar lesiones. Esto crea una barrera física que no solo afecta la movilidad, sino que también puede contribuir al dolor y las complicaciones posturales. Evaluar y ajustar la silla de ruedas a las necesidades físicas del paciente es esencial para mejorar su uso y confort.
  • Conocimiento inadecuado del uso de la silla de ruedas La falta de formación sobre cómo usar eficientemente una silla de ruedas puede resultar en errores que ponen en riesgo la seguridad del paciente y limitan su capacidad de moverse con autonomía. La educación y la práctica adecuadas sobre cómo controlar, frenar y navegar con la silla son fundamentales. Un enfoque educativo, que incluya el apoyo de terapeutas ocupacionales, puede empoderar al paciente y permitirle maximizar su funcionalidad.
  • Fuerza muscular inadecuada La debilidad muscular, ya sea por desuso o condiciones médicas, limita la capacidad del individuo para propulsar la silla de ruedas de manera efectiva. Esto no solo se traduce en disminución del control motor, sino también en una mayor vulnerabilidad a lesiones y fatiga. Un programa de fortalecimiento muscular, que incluya ejercicios específicos y terapia física, debe ser considerado para mejorar la fuerza y la resistencia, facilitando así el uso de la silla de ruedas.
  • Resistencia física inadecuada La fatiga puede afectar significativamente la capacidad para utilizar la silla de ruedas. La resistencia física insuficiente puede hacer que incluso tareas breves sean agotadoras, lo que lleva al paciente a evitar su uso. Estrategias que incorporen ejercicio moderado y la planificación adecuada de actividades son necesarias para mejorar la resistencia y, por ende, facilitar un uso seguro y efectivo de la silla. El fomento de un estilo de vida activo puede contribuir a un mejor estado físico general.
  • Autogestión del peso ineficaz La incapacidad para manejar el peso correctamente puede resultar en caídas y otras complicaciones que afectan la movilidad. La falta de conciencia sobre cómo distribuir el peso o moverse en la silla puede resultar en una disminución de la estabilidad. Intervenciones que aborden la educación sobre la mecánica corporal y el manejo del peso son esenciales, ayudando al paciente a mejorar su autogestión y seguridad.
  • Dolor El dolor físico puede ser un obstáculo significativo para el uso adecuado de la silla de ruedas. Esto puede estar relacionado con condiciones crónicas como artritis o lesiones previas, que limitan la capacidad de movimiento y aumentan la incomodidad al utilizar la silla. El manejo del dolor a través de tratamientos farmacológicos, fisioterapia o enfoques alternativos es crucial para restablecer la movilidad y la confianza en el uso de la silla.
  • Inmovilidad prolongada La falta de movimiento, ya sea debido a condiciones médicas o al uso excesivo de la silla de ruedas, puede provocar debilidad muscular y complicaciones adicionales. Esto crea un círculo vicioso que perpetúa la dependencia y limita la movilidad. La implementación de un régimen que fomente el movimiento activo, incluso en pequeñas dosis, puede ayudar a prevenir complicaciones secundarias y promover una mayor independencia.
  • Uso indebido de sustancias El abuso de sustancias puede afectar el juicio y la coordinación, lo que incrementa el riesgo de caídas y accidentes al utilizar la silla de ruedas. La alteración en la percepción del riesgo limita la capacidad de tomar decisiones seguras y efectivas sobre el uso de la silla. Programas de rehabilitación deben ser considerados, proporcionando apoyo integral que aborde tanto la dependencia como la importancia de la movilidad segura.
  • Restricciones ambientales no abordadas Las barreras arquitectónicas, como escaleras o accesos insuficientes, pueden limitar significativamente la movilidad del usuario de la silla de ruedas. La identificación y eliminación de estas barreras son vitales para facilitar la independencia. Evaluar el entorno y realizar adaptaciones necesarias, como rampas o mejoras en la accesibilidad, puede fomentar un uso más efectivo de la silla.
  • Visión inadecuada no abordada Problemas de visión pueden aumentar el riesgo de caídas y dificultar la navegación con la silla de ruedas. Una visión inadecuada puede llevar a una falta de conciencia del entorno, lo que a su vez incrementa el riesgo de accidentes. Las intervenciones que incluyan la corrección de defectos visuales, así como entrenamiento en la orientación y movilidad, pueden ser fundamentales para mejorar la seguridad y la eficacia en el uso de la silla.

Población de Riesgo para el Diagnóstico NANDA-I

Ciertos grupos son más susceptibles a «Movilidad en silla de ruedas impaired«. A continuación, se explican:

  • Individuos con Uso Poco Frecuente de Silla de Ruedas Estos individuos pueden ser nuevos en el uso de una silla de ruedas o usarla solo en situaciones específicas, lo que limita su familiaridad con el manejo adecuado y la navegación. La inexperiencia puede generar ansiedad y falta de confianza, aumentando el riesgo de caídas o lesiones. Esto se agrava por un posible desconocimiento de las técnicas adecuadas de transferencia y posicionamiento, esenciales para mantener un nivel óptimo de movilidad y seguridad. Con el tiempo, la falta de práctica podría resultar en debilidad muscular y problemas posturales, complicando aún más el uso de la silla y su independencia.
  • Individuos con Antecedentes de Caídas Este grupo tiene un historial que los hace especialmente vulnerables a caer de la silla de ruedas, un evento que puede resultar en lesiones graves como fracturas o contusiones. La experiencia previa de caídas suele estar asociada a problemas de equilibrio, debilidad muscular, o un entorno no adaptado para el uso seguro de la silla. Además, estas caídas pueden causar un efecto psicológico de miedo a volver a caer, lo que puede llevar a la persona a evitar el uso de la silla de ruedas, aumentando la dependencia y disminuyendo la movilidad general. La vigilancia y la intervención oportuna son críticas para prevenir más incidentes en estos individuos.
  • Adultos Mayores Este grupo enfrenta múltiples cambios fisiológicos que impactan su movilidad, como la disminución de la fuerza muscular, la flexibilidad reducida y la presencia de comorbilidades que afectan su coordinación. Los adultos mayores también pueden experimentar una progresiva pérdida de la propriocepción, lo que dificulta el control del equilibrio y la estabilidad al moverse. La fragilidad ósea y la predisposición a enfermedades como la artritis también contribuyen a su vulnerabilidad. Además, el uso de medicamentos que alteran la cognición o generan debilidad muscular puede incrementar aún más el riesgo de movilidad deteriorada en este grupo. Por lo tanto, se requiere un enfoque integral que contemple tanto aspectos físicos como sociales para mantener la función y seguridad en el uso de la silla de ruedas.

Condiciones Asociadas al Diagnóstico NANDA-I

El diagnóstico «Movilidad en silla de ruedas impaired» puede coexistir con otras condiciones. A continuación, se explican:

  • Deterioro musculoesquelético Es un conjunto de condiciones que involucra problemas en los músculos, huesos y articulaciones, tales como artritis, osteoporosis o lesiones musculares. Estas condiciones limitan la fuerza, la flexibilidad y el rango de movimiento del paciente, lo que puede dificultar la capacidad de transferirse hacia o desde la silla de ruedas y de operarla de manera efectiva. La debilidad muscular o la rigidez articular aumentan el esfuerzo necesario para mover la silla de ruedas, lo que lleva a una mayor fatiga y puede resultar en una disminución del tiempo y la frecuencia de uso de la misma. Evaluar el estado musculoesquelético es crucial para adaptar adecuadamente el entorno del paciente y cualquier equipo de asistencia, promoviendo así una mayor independencia y bienestar.
  • Trastornos neurocognitivos Estos trastornos, que pueden incluir demencia, accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneoencefálicos, afectan la capacidad cognitiva y procesal del individuo. Un paciente puede tener dificultades para seguir instrucciones o tomar decisiones, lo que se traduce en dificultades para operar la silla de ruedas. Por ejemplo, pueden tener problemas para recordar cómo controlar los frenos o manejar los giros, lo que puede aumentar el riesgo de caídas o accidentes. La evaluación neurocognitiva es vital para adaptar el ambiente y la formación en el uso de la silla de ruedas, garantizando una mayor seguridad y autonomía en la movilidad.
  • Enfermedades neuromusculares Estas condiciones, que incluyen esclerosis múltiple, distrofias musculares y esclerosis lateral amiotrófica, afectan el funcionamiento de los músculos a través de la conexión con el sistema nervioso. La debilidad y la falta de control muscular pueden impactar significativamente la habilidad del paciente para propulsar la silla de ruedas y manipular sus controles. En consecuencia, la fase de valoración debe centrarse en la evaluación de la fuerza muscular específica y el nivel de fatiga, con el fin de ajustar estrategias de cuidado que puedan incluir terapias físicas y ocupacionales, así como la consideración de dispositivos de asistencia adaptados a sus necesidades individuales.
  • Trastornos de la visión Los problemas de visión, tales como cataratas, degeneración macular o glaucoma, dificultan la percepción del entorno del paciente. La movilidad en silla de ruedas requiere una buena visibilidad para evitar obstáculos y navegar con seguridad. Una reducción en la capacidad visual puede generar ansiedad y disminuir la confianza del paciente al utilizar la silla de ruedas, aumentando el riesgo de accidentes. La valoración debe incluir una evaluación visual completa y considerar el uso de ayudas visuales o adaptaciones en el entorno para facilitar una navegación segura y mejorar las habilidades de movilidad del paciente.

Objetivos NOC / Resultados Esperados

Para el diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired«, se plantean los siguientes resultados esperados (NOC) que guiarán la evaluación de la efectividad de las intervenciones de enfermería. Estos objetivos se centran en la mejora del estado del paciente en relación con las manifestaciones y factores etiológicos del diagnóstico:

  • Movilidad Funcional
    Este resultado es relevante porque evalúa el grado en que el paciente es capaz de realizar movimientos adecuadamente, ya sea dentro de la silla de ruedas o al transferirse a otros lugares. Mejorar la movilidad funcional permite al paciente ganar independencia y participar en actividades diarias, lo que es fundamental para su bienestar general.
  • Autocuidado
    La capacidad del paciente para llevar a cabo actividades de autocuidado es crucial en el contexto de la movilidad en silla de ruedas. Este resultado mide la habilidad del paciente para realizar tareas como vestirse, alimentarse y asearse. Fomentar el autocuidado es esencial para mantener la dignidad, la autoestima y la calidad de vida del paciente.
  • Conocimiento sobre el Uso de Dispositivos de Movilidad
    Este resultado se centra en la comprensión y la correcta utilización de la silla de ruedas por parte del paciente. La educación sobre cómo usar adecuadamente el dispositivo de movilidad no sólo previene complicaciones, sino que también empodera al paciente, ayudándole a maximizar su funcionalidad y reducir el riesgo de lesiones.
  • Adaptación a Limitaciones Físicas
    Este resultado aborda la capacidad del paciente para adaptarse a sus limitaciones físicas, lo que es especialmente relevante para quienes utilizan una silla de ruedas. Fomentar una buena adaptación puede mejorar el manejo emocional del paciente frente a su condición y facilitar su integración en entornos sociales y comunitarios.

Intervenciones NIC / Plan de Cuidados de Enfermería

Para abordar el diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired» y alcanzar los objetivos NOC propuestos, se sugieren las siguientes intervenciones de enfermería (NIC). Estas intervenciones están diseñadas para tratar los factores etiológicos y las manifestaciones del diagnóstico:

  • Movilización del paciente
    Esta intervención implica ayudar al paciente a cambiar de posición, transferirse o movilizarse dentro del entorno. Su propósito es prevenir complicaciones asociadas con la inmovilidad, como úlceras por presión y trombosis venosa profunda, y promover la movilidad funcional dentro de las limitaciones del paciente.
  • Educación al paciente sobre el uso de dispositivos de movilidad
    Consiste en enseñar al paciente y sus familiares cómo utilizar correctamente la silla de ruedas y otros dispositivos de asistencia. Esto ayuda a maximizar la autonomía e independencia del paciente, facilitando su integración en actividades diarias y mejorando su calidad de vida.
  • Entrenamiento en habilidades motoras
    Esta intervención se centra en trabajar con el paciente para mejorar sus habilidades motoras finas y gruesas relacionadas con el uso de la silla de ruedas. Incluye ejercicios que fortalecen los músculos necesarios para la movilización efectiva en la silla, ayudando a mantener la función y prevenir la pérdida de capacidades.
  • Evaluación y adaptación del entorno
    Implica realizar una valoración del entorno del paciente y realizar modificaciones necesarias para facilitar la movilidad en silla de ruedas. Esto puede incluir la eliminación de obstáculos y la adaptación de espacios para asegurar la seguridad y accesibilidad, promoviendo así una experiencia de movilidad más fluida y segura.
  • Precauciones de seguridad al movilizar
    Esencial para garantizar la seguridad del paciente durante la movilización en silla de ruedas. Incluye verificar el funcionamiento adecuado del equipo, uso de cinturones de seguridad y asegurar la estabilidad y equilibrio del paciente al trasladarse, reduciendo el riesgo de caídas y lesiones.

Actividades de Enfermería Detalladas

Las intervenciones NIC para el diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired» se componen de actividades específicas que el personal de enfermería lleva a cabo para proporcionar cuidados efectivos. A continuación, se detallan ejemplos de actividades para las intervenciones clave identificadas:

Para la Intervención NIC: Movilización del paciente

  • Realizar un cambio de posición cada 2 horas para prevenir úlceras por presión y mejorar la circulación sanguínea.
  • Acompañar al paciente en la transferencia de la cama a la silla de ruedas, asegurando el uso de técnicas adecuadas de levantamiento.
  • Facilitar el movimiento activo o pasivo de las extremidades del paciente para mantener la movilidad articular y prevenir contracturas.

Para la Intervención NIC: Educación al paciente sobre el uso de dispositivos de movilidad

  • Demostrar el uso correcto de la silla de ruedas, incluyendo el ajuste de la altura y el uso del freno.
  • Proporcionar información escrita sobre el mantenimiento y las revisiones periódicas de la silla de ruedas para asegurar su funcionamiento seguro.
  • Discutir con el paciente y su familia sobre estrategias para superar obstáculos comunes en el hogar y mejorar la movilidad.

Para la Intervención NIC: Entrenamiento en habilidades motoras

  • Diseñar un programa de ejercicios que incluya actividades para fortalecer los músculos del tronco y los brazos, fundamentales para el uso de la silla de ruedas.
  • Crear un entorno simulado donde el paciente pueda practicar maniobras de desplazamiento y giros con la silla de ruedas en condiciones controladas.
  • Registrar y evaluar el progreso del paciente en términos de coordinación y control motor durante las sesiones de entrenamiento.

Sugerencias y Consejos Prácticos

Para manejar de manera más efectiva el diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired» y mejorar el bienestar, se ofrecen las siguientes sugerencias y consejos para pacientes y sus familias:

  • Fomenta la Actividad Física Diaria

    Es importante realizar ejercicios ligeros diarios, como estiramientos y movimientos con los brazos. Esto ayuda a mejorar la circulación sanguínea, aumentar la flexibilidad y evitar rigideces. Puedes comenzar con sesiones cortas y ir aumentando la duración gradualmente.

  • Ajusta la Silla de Ruedas a Tus Necesidades

    Asegúrate de que la silla de ruedas esté correctamente ajustada para tu comodidad y soporte. Una buena postura ayuda a prevenir úlceras por presión y mejora la movilidad. Consulta con un profesional sobre cómo hacer los ajustes necesarios.

  • Utiliza Accesorios de Ayuda

    Considera usar accesorios que faciliten la movilidad y la comodidad, como reposapiés, cojines ergonómicos o mantas de soporte. Estos elementos pueden ayudarte a sentirte más cómodo durante largos periodos en la silla.

  • Planifica y Organiza el Entorno

    Organiza tu hogar y espacio de trabajo para minimizar obstáculos. Asegúrate de que los pasillos sean amplios y estén libres de desorden. Esto facilitará tu movilidad y reducirá el riesgo de caídas.

  • Establece una Rutina de Autocuidado

    Implementa una rutina diaria que incluya tiempo para el cuidado personal, como la higiene, la atención a la piel y el descanso. Esto contribuye a tu bienestar físico y mental, y te ayuda a mantener un sentido de normalidad.

  • Fomenta la Comunicación Abierta

    Habla regularmente con tu familia y los cuidadores sobre tus necesidades y preferencias. Una buena comunicación ayuda a crear un ambiente de apoyo y comprensión, lo que puede reducir la ansiedad relacionada con tu movilidad.

  • Forma Parte de Grupos de Apoyo

    Unirte a un grupo de apoyo local o en línea puede ofrecerte compañía y recursos útiles. Compartir tus experiencias con otros que enfrentan retos similares puede proporcionar motivación y ánimo para seguir adelante.

Ejemplo Práctico / Caso Clínico Ilustrativo

Para ilustrar cómo el diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired» se aplica en la práctica clínica y cómo se aborda, consideremos el siguiente caso:

Presentación del Paciente y Contexto Clínico

Paciente de 68 años, masculino, con antecedentes de accidente cerebrovascular (ACV) isquémico hace 6 meses, presentando secuelas motoras en hemicuerpo derecho. Se presenta a la valoración enfermera para evaluar su movilidad en silla de ruedas y su capacidad de independencia en actividades diarias.

Valoración de Enfermería

Durante la valoración, se recopilaron los siguientes datos significativos:

  • Dato Subjetivo: El paciente refiere sentir dificultad para maniobrar la silla de ruedas debido a debilidad en el brazo derecho.
  • Dato Objetivo: Observación de movilidad limitada en la silla de ruedas, requiriendo asistencia para girar y desplazarse.
  • Dato Subjetivo: Menciona frustración y miedo a caer al intentar trasladarse solo.
  • Dato Objetivo: Evaluación de la fuerza muscular en hemicuerpo derecho, evidenciando una disminución significativa (2/5 en la escala de fuerza).

Análisis y Formulación del Diagnóstico de Enfermería NANDA-I

El análisis de los datos de valoración conduce a la identificación del siguiente diagnóstico de enfermería: Movilidad en silla de ruedas impaired. Esta conclusión se basa en la evidenciada restricción en la movilidad debido a la debilidad muscular y la dificultad para manipular la silla de ruedas, además del reportado sentimiento de inseguridad y frustración por parte del paciente.

Plan de Cuidados Propuesto (Objetivos e Intervenciones Clave)

El plan de cuidados se centrará en abordar el diagnóstico «Movilidad en silla de ruedas impaired» con los siguientes elementos prioritarios:

Objetivos (NOC Sugeridos)

  • Aumentar la movilidad y la independencia en el uso de la silla de ruedas en un 30% en un período de 4 semanas.
  • Mejorar la confianza del paciente en su capacidad de manejar la silla de ruedas de manera segura.

Intervenciones (NIC Sugeridas)

  • Orientación al uso de dispositivos de movilidad:
    • Enseñar al paciente técnicas de giro y desplazamiento seguro en la silla de ruedas.
    • Proporcionar entrenamiento en el uso de accesorios que faciliten la maniobra de la silla.
  • Ejercicio terapéutico:
    • Realizar actividades de fortalecimiento específicas para el hemicuerpo afectado.

Evolución y Resultados Esperados

Con la implementación de las intervenciones propuestas, se espera que el paciente muestre una mejora notable en su capacidad para maniobrar la silla de ruedas de forma independiente, así como un aumento en la confianza y la disminución de la ansiedad respecto a su movilidad. El seguimiento continuo permitirá evaluar la efectividad del plan.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

A continuación, se responden algunas preguntas frecuentes sobre el diagnóstico NANDA-I «Movilidad en silla de ruedas impaired«:

¿Qué significa ‘Movilidad en silla de ruedas impaired’?

Significa que el paciente tiene dificultades para moverse en una silla de ruedas, lo que puede afectar su independencia y calidad de vida.

¿Cuáles son las causas más comunes de este diagnóstico?

Las causas pueden incluir debilidad muscular, problemas neurológicos, lesiones, o condiciones ortopédicas que limitan el movimiento.

¿Cómo se puede mejorar la movilidad en silla de ruedas?

Mejorar la movilidad puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, ajustes en la silla de ruedas y entrenamiento en técnicas de transferencia.

¿Qué papel juega la enfermería en este diagnóstico?

La enfermería se enfoca en evaluar la movilidad del paciente, proporcionar apoyo y educación, y colaborar con el equipo de salud para crear un plan de cuidado adecuado.

¿Es posible lograr una mayor independencia con este diagnóstico?

Sí, con el asesoramiento adecuado, rehabilitación y adaptaciones, muchos pacientes pueden mejorar su movilidad y aumentar su independencia.

Scroll al inicio